Mujeres de Senegal
Astou Lo

“Casi todo está muy parado. El objetivo es sobrevivir. Estamos diversificando nuestra actividad, ya sea con la costura, criando pollos…

Los cambios repentinos de tiempo, ahora frío, luego mucho calor, afectan a los pollos que criamos. Cuando hace mucho frío, los pollos pueden morir. O puedes prever que por la tarde hará frío y aclimatar la granja, y luego de repente llega el calor. Incluso puede que ni las gallinas aguanten el calor. El pienso también está aumentando su precio. Luego cuando vendes los pollos, no ganas nada. Realmente lo haces porque no puedes estar sin trabajar, pero no se gana casi nada. Es la realidad.

A la hora de cultivar, compras semillas y luego puede que no recojas casi nada más que hierbajos. Así que los utilizamos para alimentar al ganado, pero no obtienes grano. Este año sólo hemos cosechado algo de espinaca. Pero nada más. El resto ha ido para el ganado.

Con la pastelería nos estamos ganando bien la vida. Solemos tener encargos para eventos y eso nos está funcionando muy bien. Además, las mujeres que trabajan aquí pueden llevarse parte de la producción a casa y así tener algo más para comer.”

Entre las buenas prácticas y medidas de mitigación y adaptación al cambio climático identificadas en el estudio “Impacto del Cambio Climático sobre la equidad de género en el Departamento de Kébémer, Senegal”, se encuentra la producción de alimento para el ganado a través de sub-productos agrícolas. Es una buena práctica asociada a las mujeres relativamente innovadora y que tiene un gran potencial para diversificar fuentes de ingresos y de alimento.

En esa línea, se proponen los sistemas silvopastoriles como una alternativa rentable para la producción ganadera sostenible y especialmente de los pequeños rumiantes, por la gran cantidad y calidad de biomasa forrajera aprovechable. La masa foliar de los árboles, arbustos y residuos post cosecha se caracteriza por ser rica en nutrientes.