“Las mujeres trabajamos el huerto, que nos sirve para comer, para vender y también para ahorrar”
45 años, 7 hijos.
Vive en Ndiakher
“El huerto está ahí, es una realidad, y todas estamos muy contentas trabajando en él. Hablamos con el responsable del pueblo y nos dio una hectárea para trabajar. Nos ha dado un título en el que se recoge que el huerto pertenece a las mujeres. El título lo guardo yo, porque soy la presidenta.
Ahora tenemos total autonomía, compramos nosotras mismas las semillas y las herramientas. Y cultivamos patatas, cebollas, canya, espinacas, berenjenas, berenjenas amargas, lechuga o pepinos. El huerto nos sirve para comer, para vender, tenemos una caja de ahorro…
Se nota en que hace mucho calor y mucho frío, y la estación de lluvias ha sido atípica, con menos lluvia de lo habitual. Este año la cosecha ha sido inusual. Casi no hemos cosechado nada.”
De acuerdo con la investigación el “Impacto del Cambio Climático sobre la equidad de género en el Departamento de Kébémer, Senegal”, los sistemas agrícolas y concretamente la horticultura, supone una fuente clave de ingresos y de alimentos nutricionalmente complementarios y beneficiosos. Su explotación tiende hacia una ampliación de las superficies cultivadas, debido al empobrecimiento de los suelos y la reducción del rendimiento asociado, y hacia la diversificación de productos para buscar nuevos nichos de mercado; lo cual no se concibe como un modelo de explotación sostenible sino como una estrategia de subsistencia.
Se han producido cambios en las estrategias de subsistencia, apreciándose una combinación de acciones que son llevadas a cabo en función de las zonas agro-ecológicas, y que permiten desarrollar estrategias de diversificación de fuentes de ingresos adaptadas a los efectos del cambio climático. Las principales estrategias (en orden de importancia, son: i) la agricultura de contra estación/ hortícola y la producción de fruta, asociadas ambas al pequeño comercio y a la diferenciación de productos para encontrar nichos de mercados; ii) explotaciones ganaderas más resilientes, que incluyen cría de pollos, ovejas, cabras, a través de nuevas razas más adaptadas, reforzadas con la compra de alimento para el ganado; y iii) la búsqueda de empleo en el sector del transporte, la costura, u otros, y el éxodo rural en busca de empleo en las ciudades.