Crisis y compromisos humanitarios en el Líbano: adaptación y respuesta en tiempos de guerra
A lo largo de estos años, nuestra misión ha sido brindar asistencia integral a las comunidades más vulnerables, particularmente a las personas refugiadas palestinas y sirias que viven en asentamientos informales, donde las condiciones de vida son extremadamente precarias. Hoy, esos mismos asentamientos están bajo bombardeo.
Desde el 7 de octubre de 2023, el conflicto en Gaza, impulsado por la ofensiva militar israelí, ha reavivado las tensiones en la región, afectando nuevamente al Líbano. La frontera sur del país y otras zonas han sido blanco de bombardeos y ataques militares. A medida que los ataques se intensifican desde finales de septiembre de 2024, miles de personas refugiadas en el sur del Líbano se han visto forzadas a abandonar sus hogares, huyendo del ejército israelí y las constantes explosiones. Estas personas se suman a una ya saturada red de asistencia humanitaria que ha estado lidiando con las consecuencias de años de crisis económica, social y política en el país.
Nazioarteko Elkartasuna – Solidaridad Internacional condena enérgicamente la escalada de violencia y hace un llamado urgente para un alto el fuego inmediato en la región.
A lo largo de estos años, nuestra misión ha sido brindar asistencia integral a las comunidades más vulnerables, particularmente a las personas refugiadas palestinas y sirias que viven en asentamientos informales, donde las condiciones de vida son extremadamente precarias. Hoy, esos mismos asentamientos están bajo bombardeo.
Las personas refugiadas que habitan en estos asentamientos se encuentran en una situación de extrema vulnerabilidad y muchas han tenido que desplazarse hacia el norte en busca de refugio. Frente a esta crisis, nuestra organización socia, The Popular Aid for Relief and Development (PARD), ha asumido la gestión de un refugio para personas desplazadas en la Escuela Pública Media de Saida. Este refugio acoge a 400 personas de 90 familias, distribuidas en 20 habitaciones. Para garantizar la atención, 60 empleados y voluntarios trabajan en turnos las 24 horas del día.
En este momento crítico, la prioridad ha cambiado drásticamente hacia la atención inmediata de las necesidades básicas de la población desplazada, quienes han sido las más afectadas por la reciente violencia. Nuestro trabajo se ha centrado en proporcionar ayuda de emergencia, distribuyendo alimentos, ropa, kits de higiene y brindando apoyo psicosocial y médico urgente. Todo esto en coordinación con otros actores humanitarios bajo el liderazgo de la Plataforma de ONGs de Saida.
Compromiso humanitario continuo en el Líbano
Desde 2009, Nazioarteko Elkartasuna – Solidaridad Internacional ha estado comprometida con mejorar las condiciones de vida de las personas refugiadas en el Líbano. Desde el inicio de nuestras operaciones, hemos trabajado en estrecha colaboración con nuestra socia local, PARD, y contado con el apoyo de financiadores del País Vasco, como la Agencia Vasca de Cooperación y Solidaridad, la Diputación Foral de Gipuzkoa, la Diputación Foral de Bizkaia, así como numerosos ayuntamientos, entre ellos Galdakao, Zumarraga, Irún y Donostia-San Sebastián, entre otros.
Las mujeres como motor de cambio social
A lo largo de estos años, hemos implementado proyectos con un enfoque multidimensional que van desde la provisión de asistencia sanitaria y psicosocial hasta la promoción de derechos, el empoderamiento de las mujeres refugiadas, la reconstrucción de viviendas y la educación infantil.
Uno de nuestros principales logros ha sido la creación de centros de atención médica primaria en los asentamientos informales, donde se ofrecen consultas en salud reproductiva, exámenes prenatales y postnatales, así como campañas de prevención del cáncer.
Además, hemos dado prioridad a la atención psicosocial, un aspecto vital en una región devastada por décadas de conflicto. Muchas mujeres refugiadas palestinas y sirias han sido víctimas de violencia de género. Parte de nuestras intervenciones se han centrado en brindar apoyo psicológico a estas mujeres, ayudándolas a sanar emocionalmente y a recuperar la confianza en sí mismas, capacitándolas para enfrentar situaciones de abuso.
El empoderamiento de las mujeres refugiadas ha sido otro pilar clave en nuestras intervenciones en el sur del Líbano. Nos hemos enfocado en la formación en resolución de conflictos, construcción de la paz, capacitación laboral y fortalecimiento organizacional. A través de estos programas, muchas mujeres jóvenes han accedido a oportunidades laborales en sectores como la enfermería y la asistencia social, tras recibir formación técnica y vocacional.
Paralelamente, hemos llevado a cabo intervenciones centradas en la rehabilitación de viviendas en los asentamientos informales, combinando la mejora de los medios de vida con la generación de empleo. Gracias a estos proyectos, hemos rehabilitado viviendas garantizando condiciones higiénicas y saludables, al tiempo que contratamos a personas refugiadas para trabajar en estas obras, ofreciendo empleos dignos.
Cabe destacar que las personas refugiadas palestinas constituyen cerca del 10% de la población del Líbano. Sin embargo, estas personas no ven reconocidos sus derechos humanos básicos, como el derecho a trabajar en más de 36 profesiones. Además, no son consideradas ciudadanas de otro Estado, ya que Palestina no es reconocida formalmente como país. Esto les impide reclamar los mismos derechos que otros ciudadanos extranjeros en el Líbano.
En este complejo contexto, hemos apostado por la educación, la formación y la creación de medios de vida, al mismo tiempo que brindamos ayuda humanitaria de emergencia. Desde 2016, hemos proporcionado servicios educativos y psicosociales a más de 200 niños y niñas cada año, gestionando un centro de educación infantil en las afueras del campo de refugiados de Burj Shamali, cerca de Tiro. En estos 8 años de gestión, más de 1.600 niños y niñas refugiados han recibido educación y apoyo psicosocial, lo que les ha permitido integrarse al sistema público libanés.
Actualmente, estamos enfocados en gestionar la crisis proporcionando ayuda de emergencia a las personas desplazadas. Sin embargo, no perdemos de vista los procesos en curso, con el firme propósito de retomarlos y continuar trabajando en ellos una vez que la emergencia haya concluido.
Seguimos al lado de las personas refugiadas y desplazadas en el Líbano.
¡Alto al fuego Ya! ¡Stop al genocidio!
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